EDITO (ABRIL 2016): ESTE ESTABLECIMIENTO HA CERRADO SUS PUERTAS. AUNQUE EN EL MISMO LUGAR HA ABIERTO UN NUEVO NEGOCIO, NO ES EL MISMO.
Me niego a creer que las posibilidades que tiene Minami sean las que comprobé en mi primera visita. Puede parecer muy fácil llegar aquí ahora y rasgar de arriba a abajo todo el trabajo que se hace en este local, pero de verdad me cuesta mucho hacerlo. Y me duele. Me duele muchísimo porque estoy convencido de que Minami es mucho más de lo que viví aquella noche.
[yasr_visitor_votes size=»large»]
Tirando del tópico, seguramente me topé con el día equivocado en el momento equivocado. Engañé a unos amigos para ir una noche guiado por el consejo de otro amigo que no pudo acompañarnos ese día. Reservé con antelación, hay que ser precavido, y este es el relato de lo que sucedió desde que entramos por la puerta:
Tras cinco minutos de espera, hasta que una camarera se dirigió a nosotros, le dije que teníamos una reserva. La comprobó y me dijo ‘Ahora os sentamos’, alertando a otra compañera de nuestra presencia. Cinco minutos más tarde, después de que ambas se entregaran en cuerpo y alma a una mesa de unas 20 personas, sin volver a dirigirnos la palabra, le recordé: «¿Te acuerdas de nosotros?». «Ahhh… Sí, es que salió el pedido de esta mesa y ya me he puesto a eso…». Uno intenta ser comprensivo con estas cosas (el local estaba bastante lleno) y le dije: «No te preocupes, si quieres dinos qué mesa es y nos vamos sentando, así no estamos aquí en medio». Pero resulta que nuestra mesa, pese a haber reservado con muchas horas de antelación, estaba sin preparar. Y a nadie pareció importarle cuando llegamos.
El servicio y otros detalles durante la velada no mejoraron en exceso ese mal inicio. Minami es un local decorado con mucho gustó, pero al que se le quiere sacar demasiado partido. Así, resulta que las mesas están demasiado juntas, un detalle poco agradable y hasta incómodo cuando la temperatura del local es más alta que la adecuada.
Esa ambición de sacar el mayor partido al local tampoco ayuda. En nuestra visita apenas había dos camareras y, como os podéis imaginar, las pobres se movían en un constante sinvivir. Así, el escenario previsible fue el que se acabó dando: entrantes de más, hamburguesas cambiadas, retraso en el servicio… Insisto que uno intenta ser compresivo con estas cosas, pero todo ese conjunto de despropósitos hizo que la experiencia fuera una decepción absoluta.
RESUMEN
Tuve la fortuna, de que mi hamburguesa fuera la equivocada, pero visto el descontrol, decidí dejarlo estar. Era una hamburguesa doble con carne de ternera, queso cheddar y bacon. El sabor es correcto y su presentación buena, pero tampoco se trata de una hamburguesa con un carácter claramente diferenciado. Es una hamburguesa bien preparada, nada más.
Entre la oferta de Minami, también existen hamburguesas de buey, a un precio más alto (no excesivamente mayor) que también pude degustar gracias a un compañero generoso de velada. No sé si fue por la decepción, por todo lo que habíamos vivido o porque ya se había quedado un poco fría, no noté una gran diferencia de sabor o gustosidad entre ambas.
En definitiva, y como decía al principio, estoy convencido de que Minami ofrece muchas posibilidades y posee muchas cualidades para ser un buen sitio. Pero en mi visita no salieron las cosas bien. Minami tiene entrantes algo originales y unas hamburguesas que si bien no son las mejores de Zaragoza son correctas. Pero por todos los detalles que van más allá de la comida la experiencia no fue nada agradable…
Quiero volver. Y entonces espero poder contaros cosas mejores. De verdad.
CONSEJO: Suele tener bastante afluencia de gente, así que resulta buena idea reservar con cierta antelación.
DATOS
Minami
Precio medio (hamburguesa + bebida): —
Dirección: Tomás Bretón, 4 // Teléfono: 976 402 069
Página web: Facebook Minami