En las últimas semanas habíamos vivido con cierta angustia (sí, suena exagerado, pero es que nos gusta mucho) la ausencia de uno de los locales hamburgueseros imprescindibles de Zaragoza. El pasado 21 de octubre, la hamburguesería Jalos publicaba este mensaje en sus redes sociales:
El anuncio sorprendió bastante, sobre todo teniendo en cuenta lo improvisado de su cierre. Desde entonces se abrió un periodo de espera que seguramente haya durado más de lo que sus propietarios hubieran querido. Pero afortunadamente esa espera ha tocado a su fin este lunes 18 de diciembre. Y esta es la imagen que nos hemos encontrado al pasar por sus puertas ya abiertas:
Se trata de un local que mantiene la línea en lo que respecta a imagen y decoración que ya marcaban su primer local. Se trata además de un local más grande en el que poder acoger a más clientes, lo cual es una avance ya que a veces tocaba esperar o renunciar a Jalos al estar al completo sus mesas. La nueva disposición del local dispone mesas pegadas a los ventanales del local, unas meses con bancos de respaldos altos, lo que permite ganar intimidad con respecto a las mesas cercanas, y una zona junto a la entrada solo con taburetes que parece destinada a la recogida de pedidos para llevar sin entorpecer el correcto fluir del resto de restaurantes.
Jalos se muda a la calle Sanclemente
Hechas las explicaciones previas, toca decir lo más importante: ¿dónde está el nuevo Jalos? Pues muy cerquita de donde estaba antes. Esta hamburguesería ha abandonado el pasaje Argensola para moverse apenas 100 metros (o menos) hasta la calle Sanclemente, en un local que hace esquina con la calle Moneva. Este local estaba ocupado hasta hace un mes por el restaurante La Torreta Sanclemente. Por si aún no os ha quedado claro, os dejamos un mapa con la nueva ubicación de Jalos:
Por tanto, hoy es un día feliz para todos los amantes de las hamburguesas en Zaragoza, ya que uno de los locales que ha destacado siempre por su originalidad y calidad ha vuelto a abrir sus puertas. ¡Y nosotros los celebramos!